Tierra del Fuego lidera el avance del programa CFI-Mujeres en Argentina

Impulsado con 800 millones de pesos, el programa en Tierra del Fuego destaca por su rápida implementación y su impacto en el empoderamiento femen

Tierra del Fuego lidera el avance del programa CFI-Mujeres en Argentina

Impulsado con 800 millones de pesos, el programa en Tierra del Fuego destaca por su rápida implementación y su impacto en el empoderamiento femenino.

El programa para el desarrollo productivo y financiero de mujeres, impulsado por el Consejo Federal de Inversiones (CFI), ha mostrado en Tierra del Fuego uno de los niveles de ejecución más altos a nivel nacional. La ministra de Producción y Ambiente, Karina Fernández, fue la encargada de exponer los resultados en la reciente Jornada Federal, un espacio de intercambio que busca fortalecer las políticas públicas destinadas a potenciar el protagonismo de las mujeres en el entramado económico local y nacional.

Desde la firma del convenio original en abril de 2024, que asignó 300 millones de pesos, la provincia logró ampliar sus recursos en mayo de 2025 con una adenda que sumó otros 500 millones, alcanzando un total de 800 millones de pesos destinados a proyectos liderados por mujeres. Este incremento refleja el compromiso provincial con la igualdad de género en la economía y la fuerte voluntad de promover emprendimientos que suelen estar en sectores no tradicionales, rompiendo así con modelos productivos convencionales en Tierra del Fuego.

Imagen relacionada

Resultados y avances en la implementación

Fernández destacó que, en menos de un año, ocho proyectos ya fueron monetizados, y otros cuatro están en proceso de instrumentación, lo que coloca a Tierra del Fuego entre las provincias con mayor grado de cumplimiento del programa en todo el país. La ministra remarcó que estos logros son el resultado de un trabajo coordinado que combina financiamiento con capacitaciones, asistencia técnica y acompañamiento, en línea con el enfoque integral del programa.

Este esquema, que va más allá del simple otorgamiento de créditos, busca profesionalizar y fortalecer a las emprendedoras, brindándoles las herramientas necesarias para consolidar o expandir sus emprendimientos. En ese sentido, Fernández subrayó que la capacitación y el acompañamiento técnico son pilares fundamentales para la sostenibilidad y el crecimiento de cada proyecto, generando un impacto positivo en la economía local y en la participación de las mujeres en sectores productivos tradicionales y emergentes.

Imagen relacionada

El rol del fondo de garantía provincial

Uno de los aspectos destacados por la ministra fue la articulación con el Fondo de Garantía de la Provincia (FOGADEF), que avala la totalidad de los créditos otorgados en el marco del programa. Gracias a esta herramienta, muchas emprendedoras que no cuentan con garantías reales suficientes pudieron acceder a financiamiento, superando las barreras que históricamente limitaban su participación en el mercado crediticio. La presencia del fondo provincial ha sido clave para democratizar el acceso al crédito y promover la inclusión financiera en Tierra del Fuego, contribuyendo a reducir las desigualdades en el ecosistema emprendedor.

RESILIENCIA EN Tiempos DE CRISIS Y FUTURO DEL PROGRAMA

A pesar de un contexto económico adverso a nivel nacional, que ha generado una disminución en la demanda de financiamiento productivo, Fernández remarcó la resiliencia del programa. La política de acompañamiento personalizado y la continuidad en la ejecución permitieron que muchos proyectos estratégicos siguieran adelante, garantizando la continuidad de iniciativas que generan empleo y valor agregado en la provincia.

Por último, la ministra expresó que el programa CFI-Mujeres se convirtió en una política pública de impacto en Tierra del Fuego, no solo por la magnitud de los recursos invertidos, sino por su capacidad de empoderar a las mujeres, profesionalizar emprendimientos y ampliar su participación en distintos sectores productivos. Con ello, la provincia avanza en la construcción de una matriz económica más inclusiva, con perspectiva de género y orientada al desarrollo sostenible.